En España, solamente durante 2019, fueron denunciadas 1.405 violaciones. 1.281 cerraban el 2020. Además, los expertos calculan que el porcentaje de las violaciones o agresiones sexuales no denunciadas podría oscilar entre el 70% y el 80% del total. Cifras claramente estremecedoras contra las que se ha de seguir luchando de forma activa. Lucha que no se limita únicamente a la erradicación completa de la cultura de la violación en la que vivimos, sino que ha de contemplar a todas aquellas víctimas que lidian día a día con las secuelas de tales episodios.
Y es que, nunca resulta sencillo rehacer la vida cotidiana después del trauma que supone en cualquier persona el haber sido violada o agredida sexualmente en algún momento de su vida. La RAINN (Red Nacional Norteamericana contra la Violación, los Abusos y el Incesto), calcula que alrededor de 193.066 norteamericanos (a partir de los 12 años) son víctimas de violencias sexuales cada año, por lo cual no es un hecho estadístico improbable que en algún momento de tu vida seas o bien víctima de violación o bien puedas tener una relación amorosa con alguien que sufriera estas violencias en un pasado. Por ello, se convierte en algo muy importante saber cómo actuar ante las posibles situaciones que pueden darse.
Hay que tener en cuenta y ser muy consciente de que al encontrarte con una persona en el plano afectivo-sexual, sea del tipo de relación que sea, estás entrando en las mismas “zonas” de su ser que fueron agredidas, por lo que puede darse el hecho de que ante ciertas palabras, ciertos movimientos o acciones, puedas desencadenar una reacción adversa en tu pareja al recordarle algo relacionado con la violación. Tal y como dice la psicóloga Bárbara Greenberg para el medio Vice: “Cuando sales o mantienes relaciones sexuales con alguien, estás interactuando con esa persona en el mismo nivel en el que fue violada. Eso es lo que provoca que la situación sea tan compleja”
Sin embargo, y aunque hay que ser muy conscientes de este tipo de situaciones hay que entender que cada persona es un mundo, por lo que cada uno puede gestionar este tipo de traumas de maneras completamente diferentes. Algo que, como dice María del Carmen García, licenciada en psicología por la Universidad de Sevilla y especializada en procesos migratorios, es muy peligroso: “La persona víctima de esto no está en la obligación de sentirse y comportarse de una determinada manera, aunque creamos que haya una serie de características concretas iguales ante todas las situaciones, pero esto no suele ser así. El problema de tener esta creencia puede llevarnos a caer en el pensamiento erróneo de: “si no se comporta así es porque no fue para tanto y no pasa nada””.
Otro de los puntos fundamentales a la hora de tratar el tema con cualquier víctima de violación o abuso sexual es el de la escucha: deben sentirse en un ambiente completamente seguro y cómodo, sin sentirse juzgados o cuestionados en ningún momento. “Las probabilidades de que se lo esté inventando son muy, muy escasas. Escúchale y créele, y no tengas la sensación de que tu papel es solucionarle todos sus problemas o que puedes hacer algo… Déjale hablar”, declara la Doctora Greenberg.
Además, en muchos casos las víctimas de violaciones o abusos sexuales desarrollan problemas como el vaginismo o dispareunia a raíz del trauma originado, los cuales les impiden poder tener una vida sexual normal durante más tiempo, aunque a niveles “más superficiales” el trauma pueda estar empezando a sanarse. La paciencia y el respeto serán claves durante todo el proceso, como indica María del Carmen: “El apoyo social en estos casos es muy importante, como mencioné antes, no hacerla responsable del hecho ocurrido, acompañarla en el proceso a un ritmo elegido por la persona. Si esta persona asiste a terapia psicológica sería importante incluir a su pareja en algunas sesiones si la persona así lo desea, y estar al tanto de su situación”
A la hora de las relaciones sexuales, aunque puedan surgir problemas, uno de los mayores errores es tomárselo como algo personal. “Resulta difícil, pero es preciso que trabajes para no tomarte las cosas de forma personal, porque la culpa la tiene le trauma y no tú”, declara la Doctora Greenberg.
Emily Lindin, perteneciente al Unslut Project y creadora del documental “UnSlut: A Documentary Film” da una de las claves más importantes si tu pareja es una víctima de violación o abuso sexual: “Debes reconocer que es una parte muy importante de su historia, hacerle saber que estás dispuesto a escuchar cuando él o ella estén preparados para hablar y que le respetas. Creo que es muy importante recordar que las víctimas de una agresión sexual no dejan de ser seres humanos adultos por haber pasado por esa terrible experiencia”